Fuiste simplemente la mejor
admito en todos los sentidos
amada Mamá María y tu amor
evoco por estarme permitido.
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Jamás podría y ni lo quisiera
darte olvido grandiosa mujer
que Dios y la vida sin quimera
me bendijo por saberme querer.
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Porque más allá de traerme
a este mundo tú me cuidaste
abrigándome hasta brindarme
invalorable amor y mimaste.
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Siempre muy pendiente de mí
tanto como de mis hermanos
privándote de vivir y hoy aquí
recuerdo guiarnos con afano.
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Nos has enseñado a caminar
también a hablar y a escribir
valernos solos pero sin esperar
ergo los compromisos cumplir.
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Gran capitana de las aventuras
extraordinarias y espectaculares
que como niños cual travesuras
vivenciamos por lo singulares.
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Y crecimos e independizamos
e igualmente seguiste rezando
por cada familia que formamos
para ser protegidos tú rogando.
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Tu ciclo por esta vida terrenal
más allá de los múltiples avatares
exitosamente sorteaste y natural
fue tu muerte en nuestros pesares.
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Juan Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
Derechos Reservados de Autor Ley 11723 (00.02/13052020)
Poema Nº 2839
miércoles, 13 de mayo de 2020
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