ILUMINASTE MI MUNDO INTERIOR CON TU SONRISA

No permitas que renuncie a ti querido amor
eres tú quien alimentas mis grandes fantasías
forjándome ilusiones cual pinceladas de pintor
a través de largo tiempo muy silente cada día.
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Bendigo ese preciso instante en que te conocí
e iluminaste mi mundo interior con tu sonrisa
contagiándome felicidad que nunca la perdí
a partir de aquella jornada consumida aprisa. 
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Pues no me importó más nada absolutamente
sólo por el hecho de considerar tu ser a mi vida
siendo desde entonces capaz profundamente
de darme lo necesario y siempre a la medida.
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Créeme que te amo y lo declaro sin temor  
aunque puede que jamás esa esperanza mía
se haga realidad lo cual me causaría dolor
mas batallaré lealmente en pos de esa alegría.
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Mi mente ávida e inquieta incansablemente 
pensándote ya mía construye situaciones
en las que dices amarme recurrentemente
y ojalá sea pronto sin demasiadas dilaciones.
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Mis ruegos a Dios crecen a diario implorando
tu cálido amor para así tener paz en mi vida
en tanto no se apague ardiente fuego amando
cada virtud tuya mujer bella y extrovertida.
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Juan  Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
Derechos Reservados de Autor Ley 11723 (08.21/15122021)
Poema N° 3256