La vida otorga derechos que no se respetan
y en muchas oportunidades el hombre mismo
las soslaya para su conveniencia pues atenta
en contra de legítimos tenedores por egoísmo.
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Por maldad lo hace buscando innegablemente
arrogarse una superioridad y subestimando
hace a la dignidad del prójimo verdaderamente
poseer como ser viviente en todo disfrutando.
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Pues de nada sirve cercenar ningún derecho
a nadie ni abusar de la fuerza o privilegios
porque tarde o más temprano aquello hecho
de amedrentar o herir se acabará como lo regio.
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No hay violencia ni física como psicológica
que pueda perdurar a través de largos años
en especial si existe la voluntad que suplica
se terminen los tormentos y cesen los daños.
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Solo es cosa de tiempo y como corresponde
la justicia del hombre ha de llegar así también
la Divina que lo ve sin dejar pasar y responde
a clamor del sufrido devolviéndole paz para bien.
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Juan Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
Derechos Reservados de Autor Ley 11723 (08.31/27122022)
Poema Nº 3560