Amé demasiado y me han engañado
siendo perro faldero fui traicionado
hasta padecí acabar no considerado
viviendo en las calles desilusionado.
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Muy silente la puerta de la felicidad
hoy me impide su umbral traspasar
provocándome disgustos y soledad
todo al negarme o privarme de amar.
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Ya el café matinal se volvió a enfriar
conforme garúa en gris otoño citadino
mientras triste y largo día sin dudar
me espera aunque se vuelva anodino.
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De mi futuro solamente el destino
sabrá qué podrá proponerme vivir
en tanto transito en vida los caminos
rogando a Dios por salud y no sufrir.
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De nada me sirve cuidar apariencias
habiéndome marginado esta sociedad
y resignado optaré con autosuficiencia
existir o morirme dado mi infelicidad.
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Juan Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
Derechos Reservados de Autor Ley 11723 (08.03/19012023)
Poema Nº 3583