En tu ajetreada vida supe hallar un resquicio
por el cual me he colado y muy de a poquito
recibí tu atención sin caer en temido precipicio
al cual supuse que me arrojarías por loquito.
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Empero afortunadamente me diste esa cabida
que lentamente me fue ilusionando aún más
porque progresivamente las puertas de tu vida
me abriste de par en par hasta amarme además.
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Es tan divino amarnos como tú y yo lo hacemos
pues no hay días sin sol en nuestro amor cálido
por más que las jornadas sean nubladas y vemos
llover ergo nos complementamos muy divertidos.
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No hace falta incluso demostrar peso de amor
si perfectamente bien nos conocemos los dos
sabiendo cómo pensamos y cuanto es el valor
que mutuamente nos tenemos tan enamorados.
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Cada hora que transcurre es para el sentimiento
que nos dispensamos acrecentar mayor interés
y especial amén de grandioso por apasionamiento
fortificando el lazo amoroso en nuestra madurez.
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Juan Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
Derechos Reservados de Autor Ley 11723 (08.28/270202023)
Poema Nº 3623
