YA NADA PODRÁ SER

Aquella humilde casa que nos dio la posibilidad
de poder abrigar a bello cariño de enamorados 
muy de repente se vio invadida por la soledad
tras tú y yo acordar terminar tan desilusionados.
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Quizá se apagó la pasión que nos prodigábamos
por endeble sentimiento cuanto los dos creíamos
para una vida en común era motivo suficiente
de modo que ya nada podrá ser definitivamente.
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Fueron valederas las razones e indescriptibles
los momentos que no convendría recordarlos
porque tanto mal nos ha deparado e indecibles
resultarían hoy día siquiera tener que evocarlos.
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Y en esa gran habitación que supo vernos amar
frente a frente debimos decirnos adiós sin pensar
pese a que su perfume haya quedado impregnado
poco importa desgraciadamente por lo enojados.
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Aunque en mi caso soy taciturno de allí divago
habiéndome la separación destrozado el corazón
al punto que no encuentro paz por más que hago
de todo para así no sufrir más inmensa desazón. 
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Juan Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
Derechos Reservados de Autor Ley 11723 (08.40/14042023)
Poema Nº 3669