En mi vida he recorrido infinitos caminos
de principio a fin sus trazados los conozco
porque me han visto pasar fruto del destino
apurado o no pero con felicidad lo reconozco.
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Entre tantas arterias neurálgicas de mi ciudad
que nos comunican de un extremo a otro vi
cómo con el tiempo han ido por necesidad
cambiando y dando lugar a la modernidad así.
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Nadie debe negar y los adultos especialmente
sabrán asegurar de los avances que se dieron
donde ya muchos vecinos lamentablemente
han partido al más allá empero sí lo vivieron.
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Ni hablar que ha crecido demográficamente
pues ya el ejido comunal debió extenderse
dándose crecimiento poblacional gratamente
con barrios nuevos y es digno de contentarse.
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Hoy no puedo ocultar ciertas reminiscencias
porque vienen a mi memoria de años jóvenes
transitando el casco céntrico y sus adyacencias
más particularmente invadiéndome emociones.
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Peinando cabellos blancos sobre mis sienes
recuerdo no sólo a mi niñez y la adolescencia
he conocido gente a través de los años quienes
a la par mío lo han vivenciado con su presencia.
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Qué bella época aquella de diversión plena
más juegos varios y reuniones en las esquinas
donde hablábamos de todo siendo tan amenas
que no existían enojos en común diaria rutina.
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Esas costumbres del ayer ha ido perdiéndose
hoy ya la juventud vive de manera diferente
aquello quedó en el pasado y configurándose
viejo paradigma resultando increíblemente.
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Juan Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
Derechos Reservados de Autor Ley 11723 (00.28/06052023)
Poema Nº 3691
