HICISTE RENACER EN MÍ LA GRAN ESPERANZA

Atormentado por demasiadas penas
tu dulce amor me libró de esa cadena
y así comencé a vivir tan libremente
ilusionado contigo apasionadamente.
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Pues el amor se convirtió en necesidad
soñando desde siempre con la felicidad
la que afortunadamente para mi vivir
encontré en ti y cada día me haces sentir.
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Hiciste renacer en mí la gran esperanza
que fue perdiéndose inexorablemente
de mi ser aunque aquella templanza 
del pasado desapareció verdaderamente.
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Hoy con orgullo por la gracias de Dios
y a mi fe inquebrantable le digo adiós
a los momentos desagradables vividos
confiando alcanzar cuanto he querido.
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Sé que teniéndote a mi lado bello amor
por creerte mi otra mitad juntos los dos
firmentamente le daremos el resplandor
a nuestra vida en común de enamorados.
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Juan Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
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Poema Nº 3922