Viendo transcurrir el tiempo con sus días
inexorable observo que se me va la vida
sin atisbos de recuperar hermosa armonía
que experimenté contigo amándote querida.
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Pues quizá mientras ambos nos queríamos
indudablemente fue maravillosa realidad
que vivimos disfrutando cuanto sentíamos
como propio y natural cual bonita felicidad.
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Empero muy desgraciadamente aquello
que por fortuna nos supimos dispensar
como por arte de magia todo lo más bello
desapareció y así cruel olvido hizo penar.
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A fuerza de ser sincero me pregunto todavía
finalmente en el medio qué nos sucedió
y cuál fue la causa o tal vez gran rebeldía
que nos obligó a terminar sin más remedio.
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Sinceramente me cuesta aún comprender
si han habido o no razones verdaderamente
que acabaran nuestro dulce romance mujer
a sabiendas que paz nos dio positivamente.
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Juan Alberto "Beto" Gómez
Corrientes - Argentina
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Poema N° 4116